15 sept 2025
Coches eléctricos frente a los ciberataques: cómo garantizar la seguridad informática en la movilidad conectada
Desde el coche conectado hasta la wallbox inteligente, así es como la movilidad eléctrica enfrenta los nuevos desafíos de la ciberseguridad entre normativas, tecnología y buenas prácticas.
La llegada de los coches eléctricos ha revolucionado el propio concepto de movilidad. Ya no se trata solo de moverse de manera sostenible, sino de hacerlo en un ecosistema tecnológicamente avanzado, conectado y digital. Sin embargo, junto a estas enormes ventajas, emergen nuevas vulnerabilidades: los vehículos eléctricos conectados están cada vez más expuestos a amenazas cibernéticas. En este contexto, la seguridad cibernética asume un papel central. Al igual que una computadora o un smartphone, un coche también puede ser objeto de ataques de hackers. Pero con una diferencia crucial: aquí, está en juego la seguridad física de las personas.
Este artículo se propone analizar el panorama actual de las amenazas digitales en el sector de la movilidad eléctrica, identificando los puntos débiles, las contramedidas adoptadas y las estrategias futuras para garantizar un futuro seguro y sostenible.
Amenazas cibernéticas y ataques de hackers a vehículos eléctricos
En los últimos años, los ataques cibernéticos en el sector automotriz han crecido a un ritmo alarmante. Según el Global Automotive Cybersecurity Report 2024, las amenazas dirigidas a las API -es decir, las interfaces que permiten a los diversos componentes de software comunicarse entre sí- podrían crecer hasta un 380% para 2026, representando aproximadamente el 12% de todos los incidentes cibernéticos en el ámbito automotriz.
Lo que hace particularmente vulnerables a los coches eléctricos son sus propias características: la conexión continua a Internet, los sistemas de entretenimiento avanzados, las aplicaciones móviles para el control remoto, las actualizaciones de software por aire (OTA), la interacción con estaciones de recarga inteligentes y, en algunos casos, las funciones de conducción autónoma.
En resumen, cuanto más inteligentes son, más expuestos están. Los hackers pueden explotar estas superficies de ataque para introducirse en los sistemas del vehículo, manipularlos, o incluso tomar el control del coche de forma remota.
Vulnerabilidades cibernéticas en vehículos eléctricos conectados
Entre las amenazas más preocupantes figura el secuestro remoto del vehículo. A través de fallos en los protocolos de comunicación o exploits en los softwares de a bordo, los atacantes pueden actuar sobre funciones críticas como aceleración, frenado y dirección. Una intrusión semejante, además de ser peligrosa, evidencia cuánto de frágil es la frontera entre seguridad digital y seguridad vial.
Otras vulnerabilidades incluyen:
Intercepción de datos vía Wi-Fi o Bluetooth
Acceso abusivo a través de aplicaciones móviles comprometidas
Ataques mediante el puerto OBD-II (usado para diagnósticos)
Suplantación del GPS para engañar a los sistemas de navegación
Además, el uso de actualizaciones OTA, si no están adecuadamente protegidas, puede convertirse en un vector adicional de ataque. La ausencia de cifrado o de firmas digitales permite la inyección de malware directamente en el sistema operativo del vehículo.
Protección de datos en las infraestructuras de recarga inteligente
Tambié las estaciones de recarga representan un eslabón crítico en la cadena de seguridad. Conectadas a redes digitales, a menudo habilitadas para pagos sin contacto o a través de aplicaciones, recopilan y transmiten una cantidad notable de datos: identificadores del usuario, historial de recargas, ubicación e incluso información sobre el estado de la batería.
Las amenazas más comunes incluyen:
Robo de datos personales y bancarios
Inyección de malware durante la recarga
Ataques DDoS que hacen inaccesibles las estaciones
Manipulación del software para alterar potencia y duración de la recarga
Estafas con códigos QR: el peligro del "quishing"
En los últimos meses han surgido nuevas formas de estafa relacionadas con infraestructuras de recarga, entre ellas el fenómeno del "quishing" (QR-phishing). En varios países europeos, incluida Italia, algunos malintencionados han superpuesto adhesivos con códigos QR falsos sobre los auténticos de los EV charger. Al escanear el código, el usuario es dirigido a un sitio web fraudulento que imita al del gestor oficial, incitándolo a introducir datos sensibles como información de pago o credenciales personales.
Estaciones falsificadas: riesgos físicos y digitales para el coche
Además de los códigos QR, crece el peligro representado por las llamadas “estaciones fake”: dispositivos que imitan el aspecto de las verdaderas estaciones de recarga pero esconden en su interior componentes maliciosos. Una vez conectada, el coche puede estar expuesto a robos de datos, manipulación de parámetros de recarga o incluso inyección de malware en el sistema del vehículo. En laboratorios de seguridad cibernética, se ha demostrado que en pocos minutos un cargador modificado puede interferir con el funcionamiento del coche, hasta desactivar temporalmente algunas funciones.
Ataques dirigidos y bloqueadores: por qué se necesita la autenticación automática
Otra amenaza cada vez más común es el uso de bloqueadores de señales (jammers) para impedir el funcionamiento de las apps oficiales de recarga. En estos casos, se empuja a los usuarios a interactuar con interfaces alternativas, a menudo fraudulentas. Este tipo de ataque, discreto pero efectivo, destaca la importancia de soluciones como el protocolo Plug & Charge, que permite la autenticación automática del vehículo, reduciendo al mínimo los riesgos asociados con la interacción manual.
Seguridad cibernética y comunicación V2X en la conducción autónoma
Con el avance de la tecnología, muchos vehículos eléctricos comienzan a dialogar con el entorno circundante gracias a la comunicación V2X (Vehicle-to-Everything). Esto incluye V2I (Vehicle-to-Infrastructure), V2V (Vehicle-to-Vehicle) y V2G (Vehicle-to-Grid).
Pero, ¿qué ocurre si esos intercambios de datos son manipulados? Un ataque bien orquestado podría alterar la información recibida por un vehículo autónomo, induciéndolo a frenar bruscamente, ignorar un semáforo o realizar maniobras peligrosas. No es solo una cuestión de software: es una amenaza concreta a la seguridad vial.
La ciberseguridad, en este contexto, ya no es opcional, sino un prerrequisito para la confiabilidad de la conducción autónoma.
Estrategias de defensa para la seguridad cibernética automotriz
La buena noticia es que las contramedidas existen y están evolucionando rápidamente. Las principales estrategias incluyen:
Cifrado de extremo a extremo para proteger los datos en tránsito y en memoria
Firewall automotriz y sistemas de detección de intrusiones
Autenticación multifactor para acceder a funciones sensibles
Segmentación de las redes internas entre entretenimiento, motor y sensores
Uso de inteligencia artificial para identificar anomalías de comportamiento en tiempo real
Además, el enfoque "confianza cero" –según el cual ningún componente o dispositivo se considera seguro por defecto– se está estableciendo como estándar en el diseño de nuevos vehículos.
Normativas europeas para la ciberseguridad de vehículos eléctricos
A partir de 2024, diversas iniciativas europeas buscan reforzar la seguridad cibernética en transportes inteligentes. Además de la normativa UNECE R155 y R156, cada vez más fabricantes están implementando sistemas certificados en línea con las directivas actualizadas del EU Cyber Resilience Act y con la Directiva de Seguridad de Redes e Información 2 (NIS2).
En paralelo, el GDPR garantiza la protección de los datos personales recopilados por los vehículos, imponiendo transparencia, consentimiento informado y derecho al olvido. La UE además está invirtiendo en infraestructuras en la nube seguras y en centros de respuesta a incidentes cibernéticos (CSIRT) específicos para el sector automotriz.
La contribución de los fabricantes a la protección de vehículos eléctricos
Los fabricantes de vehículos e infraestructuras de recarga tienen un papel determinante en la prevención de ataques. Las empresas más avanzadas integran la ciberseguridad desde la fase de diseño de sus productos.
En el caso de las wallbox para uso doméstico, por ejemplo, se implementan medidas como:
Autenticación segura vía app
Sistemas anti-manipulación
Conexiones cifradas entre estación y vehículo
Monitoreo remoto y notificaciones push en caso de comportamientos anómalos
El principio del mínimo privilegio, que limita el acceso a las funciones necesarias, es hoy una mejor práctica adoptada también en los sistemas integrados de los coches eléctricos.
Buenas prácticas para el usuario: proteger su propio coche eléctrico
La seguridad no depende solo de los fabricantes. El usuario también tiene un papel activo en la defensa de su vehículo. Algunas reglas simples pueden hacer la diferencia:
Actualizar regularmente el software del vehículo y de la app móvil
Avoid connecting a redes Wi-Fi públicas no seguras
Utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta
Verificar la autenticidad de las estaciones de recarga antes de conectarse
Reportar comportamientos sospechosos o malfunciones al fabricante
Además, es recomendable no dejar dispositivos electrónicos conectados al vehículo en modo automático, como llaves digitales, smartphones o smartwatches, que pueden ser utilizados como puente para acceder al sistema.
El futuro de la movilidad eléctrica pasa por la ciberseguridad
La movilidad eléctrica está destinada a crecer, y con ella aumentará el número de vehículos conectados en nuestras carreteras. Por eso, es fundamental invertir en tecnologías de defensa digital cada vez más sofisticadas.
En un futuro próximo, podríamos asistir a la adopción generalizada de:
Blockchain para la trazabilidad e integridad de los datos
Edge computing para procesar la información directamente en el vehículo
Gemelos digitales (digital twins) para simular escenarios y probar la seguridad
El desafío está claro: garantizar una movilidad que sea sostenible, eficiente y protegida a la vez. Y en esto, la ciberseguridad ya no es un opcional. Es el corazón mismo de la innovación.
FAQ
¿Los coches eléctricos son vulnerables a ataques cibernéticos?
Sí, especialmente si están conectados a Internet o a dispositivos externos. Las superficies de ataque incluyen entretenimiento, apps, recarga y red a bordo.
¿Cómo puede ser comprometida una estación de recarga?
A través de software manipulado, malware, ataques DDoS o estaciones falsas diseñadas para infectar el vehículo.
¿Cómo proteger un coche eléctrico de hackers y malware?
Actualizar los sistemas, usar redes seguras, evitar accesos no autorizados y elegir wallbox fiables.
¿Qué tecnologías ayudan a mejorar la ciberseguridad en la movilidad eléctrica?
IA, cifrado, segmentación de redes, blockchain, edge computing y gemelos digitales están entre las principales soluciones en evolución.
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